Como cada día, hoy te traemos un proyecto muy interesante, MobileCoin. Mobilecoin se trata de otro proyecto blockchain y criptomoneda pendiente de ser lanzada al mercado. El desarrollo de este proyecto tiene lugar en Binance Labs, el espacio de desarrollo de Binance para incubar, invertir y poner a prueba empresarios y sus proyectos como blockchains y criptomonedas. 

Para el desarrollo del proyecto, MobileCoin logró recaudar 30 millones de dólares en ETH y BTC. Esto lo sabemos gracias al tecnólogo Joshua Goldbard quien publicó en su blog, que el dinero recaudado se destinará a «construir el equipo y los procesos».

Como dato curioso, el creador de MobileCoin es la misma persona que desarrolló la aplicación de mensajería Signal.

Equipo de MobileCoin

El equipo de MobileCoin cuenta con una amplia experiencia. El CEO, como ya hemos mencionado anteriormente es Joshua Goldbard. Durante su vida adulta desarrolló, administró e implementó redes muy complejas. Se convirtió en el líder de este proyecto gracias a su experiencia en sistemas móviles y su pasión por las criptomonedas como red de información que gobierna sistemas de valor.

Por otro lado, tenemos al CTO del proyecto, Moxie Marlinspike. Moxie es un criptógrafo que busca lograr las comunicaciones seguras. Como desarrollador líder de Open Whisper Systems, Moxie se hace responsable del proyecto Signal así como de los protocolos criptográficos que rigen WhatsApp. Ambas aplicaciones son líderes en el mundo de la mensajería. Por si fuera poco, Moxie también es responsable del desarrollo de la fijación de certificados SSL al tiempo que ayuda a liderar la seguridad en Twitter. 

Por último tenemos a ​​Shane Glynn, consejero general. Este desarrollador es un abogado que ha orientado su trabajo a la lógica. En su paso por Google, Shane dio vida a muchos productos, incluyendo algunos equipos Android. Shane es especialista en la comprensión de problemas novedosos relacionados con la ley del estado actual de la regulación de las criptomonedas. 

Objetivo del proyecto

Actualmente, las aplicaciones que emplean la tecnología blockchain y cryptos suelen ser difíciles de implementar en la práctica y cuentan con una interfaz poco amigable, especialmente en entornos móviles. Pero lograr estos objetivos no es una tarea fácil, ya que los desarrolladores se enfrentan a desafíos para romper con las limitaciones de recursos del dispositivo así como las tardanzas de transacción y sobre todo, una de las partes más importantes de la tecnología blockchain, la administración de claves.

Las aplicaciones móviles no cuentan con la capacidad de sincronizarse con toda la blockchain retrasando procesos como el tiempo de espera entre transacciones y por otro lado, dejan en manos del usuario la custodia de las claves privadas. El problema se encuentra a la hora de guardar dichas claves. Los usuarios no están preparados o acostumbrados a guardar sus claves secretas por un largo período de tiempo de forma segura lo cual provoca que vayan en busca de servicios de terceros que administren sus claves.

El tener que confiar en intermediarios penaliza en gran medida los principales beneficios que ofrecen las criptomonedas. Por ello se desarrolló MobileCoin. Se trata de un esfuerzo por crear una criptomoneda rápida, privada y fácil de usar que se pueda implementar en entornos con recursos limitados orientados a todos aquellos usuarios que no están preparados para mantener de manera segura claves secretas durante un largo período de tiempo, todo sin ceder el control de los fondos a un servicio de procesamiento de pagos administrado por terceros.

¿Cómo funciona Mobilecoin?

Lo primero que debemos conocer de este proyecto es su diseño. El diseño técnico de MobileCoin se desarrolla centrado a la experiencia del usuario objetivo con la idea de integrar la criptomoneda en aplicaciones de mensajería móvil como la más conocida, WhatsApp o Signal. Para ello, el usuario debe instalar la aplicación y a continuación ingresar un PIN de 4 dígitos. Posteriormente debe enviar fondos para poder recibir de otros usuarios a los que se dirija su número de teléfono o identificador de usuario. 

El objetivo de este funcionamiento es lograr el reto de que las transacciones demoren como máximo, menos de un segundo. Tras la transacción, los fondos deben estar disponibles de inmediato para emplearlo. Además, se quiere garantizar la privacidad de modo que ni el servicio de mensajería ni ningún otro tercero conozca datos o sepa cuál es el saldo de la cuenta de un usuario o el historial de transacciones.

De ser necesario, el usuario debe poder reinstalar la aplicación, obtener un nuevo número de teléfono y recuperar el acceso seguro a sus fondos. Todo ello de una forma tan simple como ingresar un PIN de 4 dígitos. Los pagos también deberían ser posibles a través de aplicaciones y redes.

Diseño de la red

El proyecto MobileCoin reconoce que no todos los usuarios cuentan con la capacidad de participar en una red peer-to-peer y por ello propone un nuevo enfoque, un enfoque federado.

La red está formada por nodos donde cada uno de ellos está diseñado para servir a los usuarios. El papel de los nodos es encargarse del trabajo forzoso. Realizan todas aquellas tareas que no están al alcance de un usuario poco experimentado como el cuidado de un libro de contabilidad expansivo y el procesamiento de transacciones de alto rendimiento y baja latencia. 

Sin embargo, están diseñados de manera que un operador de nodos no pueda acceder a los fondos de sus usuarios. No recoge información sobre los saldos o el historial de transacciones de sus usuarios. Esto es posible gracias a un enfoque en capas, que combina diversos niveles de protección para la defensa en profundidad y la privacidad del usuario.

Los nodos de MobileCoin se ejecutan en un enclave SGX, aislado por completo del sistema operativo en una RAM que se encuentra cifrada mediante un hardware. Este funcionamiento evita que el nodo pueda conocer la información del usuario, aunque no se descarta la fuga de información por parte del usuario. Por ello debemos tener cuidado.

SGX también permite una función llamada atestación remota. Dicha función permite a un cliente remoto determinar que un servidor está ejecutando una pieza de software específica dentro de un enclave SGX a través de una red.  En palabras menos técnicas lo que se logra es que aunque la blockchain es pública y está distribuida en todos los nodos, ningún humano podrá acceder y verla siempre que el software de SGX permanezca activo y seguro.