Ser custodio vs no serlo

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Para empezar...

Ser custodio vs no serlo

Con la llegada de las criptomonedas llegó una situación que no se había visto anteriormente. Por primera vez en la historia de la tecnología, cualquier usuario dueño de criptomonedas podía ser el único dueño y custodio de sus activos. No obstante, con el paso de los años, el crecimiento del sector de las criptomonedas se volvió cada vez más notorio y surgieron nuevos servicios destinados a custodiar nuestros activos por nosotros con el objetivo de ofrecer una experiencia más sencilla. Esto nos lleva a la siguiente pregunta; ¿Cuál es la diferencia entre custodiar nuestras propias criptomonedas o confiar esta responsabilidad a un tercero?

El hecho de ser los únicos custodios de nuestras criptomonedas implica la posesión de dinero en efectivo, ya que, en términos de custodia, seremos los únicos usuarios capaces de acceder y administrar esta parte de nuestro patrimonio.

Por otra parte, confiar la custodia a un tercero que ofrezca el servicio también está disponible para las criptomonedas, al igual que en el mundo financiero tradicional. En el mundo de las criptomonedas, una opción puede ser encomendar nuestras monedas a una empresa para que las custodie por nosotros. Este proceso sería muy similar a cuando en el mundo físico un banco guarda nuestro dinero y nosotros empleamos sus servicios.

La definición de ser custodio o no serlo depende de la clave privada. Una clave privada se trata de un código alfanumérico que se vincula a una cantidad determinada de criptomonedas, de la misma manera en la que un wallet físico se vincula a los billetes que lleva en su interior. El usuario que tenga la clave privada de un wallet tiene poder total sobre las criptomonedas que hay dentro y podrá hacer con ellas lo que le parezca. 

Las claves privadas se emiten siempre que se crea un nuevo wallet en la red de una criptomoneda específica, y se entrega únicamente al usuario dueño del wallet. Debemos tener en cuenta que cada clave privada es inmutable e imposible de falsificar. Estas funcionan como certificados digitales. Un ejemplo de clave privada sería la siguiente: 02oi62bf4f2128a911j8d178fd8eb6286eabd2edf23ba9e08ee5807de87f22f9. Este sería un ejemplo de la red de Ethereum.

¿En qué consiste un servicio custodio?

Para entender las principales diferencias entre estas dos condiciones, lo primero que debemos hacer es saber qué significa exactamente un servicio custodio. Un servicio denominado como custodio se basa en que la clave privada no está bajo el cuidado del usuario, sino que la posee la empresa que ofrece un determinado servicio, mayormente de trading. Un ejemplo de esta condición podría ser el servicio de algunos wallets. Los wallets de criptomonedas ofrecen una infraestructura para que el usuario maneje sus activos de forma independiente, pero sin la necesidad de ofrecerle una clave privada. En estos casos, la interacción del usuario con sus fondos dependerá directamente de que la empresa lleve a cabo las instrucciones que el usuario indique correctamente. En otras palabras, acudir a un servicio custodio implica confiar a un tercero la posesión de nuestras criptomonedas.

Actualmente, existen numerosas plataformas de compra y venta de criptomonedas. Un gran número de ellas ofrecen servicios encargados de custodiar las criptomonedas de los usuarios, como por ejemplo Kraken. El servicio custodio permite ofrecer a los usuarios ciertas funcionalidades específicas, entre ellas el intercambio de criptomonedas por moneda local (ya sean euros, dólares, yuanes, etc.) de forma rápida y sencilla. Para que este sistema funcione de forma óptima y segura, las plataformas deben poder custodiar las criptomonedas de los usuarios.

Estas plataformas reciben el nombre de exchanges y se tratan de plataformas de intercambio (compra y venta) de criptomonedas. Los exchanges no funcionan como un wallet, que ofrece únicamente el servicio de envío, recepción y resguardo de criptomonedas, sino que proporciona herramientas de trading, compra-venta, préstamos, criptos y muchas más.

Acudir a este tipo de servicios cuenta con sus ventajas. Lo mejor si eres un usuario reciente de las criptomonedas sería analizarlas y decidir cuál se adapta más a lo que buscas. A continuación te dejamos las más destacadas:

  • La gestión de claves privadas puede ser algo difícil para un usuario principiante. Por esta razón, muchos usuarios recientes acuden a estos servicios para garantizar un cuidado sencillo de su capital.
  • La gestión de claves privadas implica numerosos riesgos asociados a la pérdida de fondos. En el caso de que nosotros como usuarios perdamos la clave privada, quedamos expuestos a que nos roben nuestros fondos o a no poder administrarlos sin ella. Un servicio custodio ofrece más tranquilidad al usuario.
  • La gran mayoría de los servicios custodios ofrecen a los usuarios un servicio de atención al cliente. Esta posibilidad facilita la aclaración de dudas a los usuarios y les permite resolver inconvenientes que puedan tener con su experiencia.

¿Qué es un servicio no custodio?

El servicio no custodio se trata de un servicio al que acuden los usuarios de criptomonedas donde clave privada es propiedad del mismo usuario y él es el único que tiene acceso a ella. Para que este servicio sea posible, los encargados de ofrecerlo tendrán que programar una funcionalidad orientada a que se le otorgue al usuario su clave privada de forma segura. Un ejemplo de este servicio lo encontramos en Bitnovo.

Las wallets tienen dos clasificaciones que son «custodio» o «no custodio«. Claramente, la diferencia entre estas dos categorías se basa en sí otorgan o no al usuario el poder de las claves privadas. 

Los wallets de criptomonedas sin custodia pueden proporcionar a los usuarios la infraestructura necesaria para administrar sus activos criptográficos. En él se incluyen interfaces que permiten el envío, la recepción y la custodia de criptomonedas, todo sin tocar las claves privadas.

Al igual que el servicio custodio, el no custodio tiene sus ventajas. La elección parte de examinarlas a fondo y ver cuál se adecúa más a tus necesidades. A continuación te dejamos las más destacadas:

  • Cuando el usuario se encarga de guardar su clave privada, él es el único capaz de acceder y gestionar las criptomonedas del wallet. No requiere permisos de terceros.
  • Almacenar nuestras criptomonedas en los “hardware wallets”, se considera la forma más segura de almacenarlas por un largo tiempo. 
  • La custodia total de las criptomonedas hace que toda la información que tenga que ver con el uso de las mismas solo pertenezca al usuario y no a terceros. 
  • Los servicios no custodios permiten que las criptomonedas estén disponibles para usar sin restricciones de horario.