Tras muchos años desde la aparición de la tecnología, el internet y los ordenadores y móviles, la respuesta a esta pregunta es clara. Los objetos virtuales sí pueden tener valor monetario en el mundo real. Un ejemplo de ello son las aplicaciones por las que pagamos, el contenido web en formato digital (libros, películas, servicios como publicidad en línea, etcétera). En esencia, todos estos elementos se tratan de cosas virtuales.

Como puedes ver, ya tenían valor objetos virtuales antes de la llegada de la tecnología blockchain y por ello es lógico que tanto Bitcoin como otras criptomonedas, NFT o tokens tengan su propio valor en el mundo real. Su valor se deriva de la gran utilidad que presenta esta tecnología en el mundo físico.

Sin embargo, el valor no se tiene y ya está, sino que la confianza juega un papel crucial en la adopción de estas criptomonedas como el Bitcoin. Sobre todo como forma de pago, al igual que lo son las monedas oficiales emitidas por gobiernos. No obstante, ambos métodos de pago cuentan con diferencias notorias, entre ellas el hecho de que la primera está protegida criptográficamente y que sus transacciones se registran públicamente en una base de datos compartida de forma distribuida. Por otro lado, las monedas de los gobiernos y de los bancos centrales, además de ser muy susceptibles a la corrupción, suelen emitir más o menos monedas según les convenga en un momento determinado.

¿Por qué Bitcoin tiene valor?

La mayoría de los usuarios que recién comienzan a conocer el mundo de las criptomonedas, se hacen la misma pregunta: ¿por qué Bitcoin o las criptomonedas tienen valor? Al tratarse de un objeto digital que no cuenta con un activo físico que la respalde, es difícil confiar en que tenga valor en el mundo real. Esto se debe a que los recién llegados no conocen el concepto de la minería o cómo funciona.

Las criptomonedas y el dinero FIAT comparten algunos rasgos aunque, como hemos mencionado anteriormente, tienen algunas diferencias. Existen algunas criptomonedas que están respaldadas por materias primas como el oro o el petróleo. Un ejemplo de ello es la criptomoneda PAXG. Sin embargo, esto pasa solo con un pequeño número del total de criptomonedas. La mayoría de ellas no tienen un activo subyacente. 

Como hemos dicho anteriormente, la confianza juega un papel importante en el valor de una criptomoneda. Muchos usuarios invierten en Bitcoin gracias a que un amigo o vecino se lo ha recomendado y les transmite su confianza en el activo. Muchos locales y webs aceptan Bitcoin como método de pago y medio de intercambio, lo cual hace que aumente la confianza en el valor del activo. Parte de este valor también se debe a la utilidad de las criptomonedas. Las criptomonedas nos ofrecen ventajas que el dinero FIAT no puede ofrecernos. Entre estas ventajas se encuentra la descentralización, la seguridad, la privacidad… Existen plataformas que cuentan con un token de utilidad que debemos emplear para realizar transacciones en ellas. Esto hace que los usuarios adquieran dicho token y aumente su valor.

Debemos tener en cuenta que las criptomonedas no son todas iguales. Cada una cuenta con sus propias características y aportan diversas soluciones a problemas del mundo real. Por ello, el valor de cada criptomoneda depende, en su mayor parte, de las características de la misma. En el caso de Bitcoin, su valor proviene de seis características principales. Estas son la utilidad, descentralización, distribución, sistemas de confianza, escasez y seguridad.

Valor intrínseco

El debate sobre si Bitcoin tiene o no tiene valor en el mundo real se reduce a una simple pregunta; ¿Tiene Bitcoin valor intrínseco? El valor intrínseco se trata del valor fundamental de un activo. Dicho valor se obtiene teniendo en cuenta todos los componentes que rodean a un activo, incluyendo elementos tangibles e intangibles. En ocasiones también se conoce como valor real.

En el caso de las materias primas como el petróleo, cuenta con un claro un valor intrínseco en la producción de energía, plásticos y otros materiales. Por otro lado, las acciones también cuentan con un valor intrínseco, ya que representan el capital social de una empresa que produce bienes o servicios. Esta es la principal diferencia entre las criptomonedas y el dinero FIAT, puesto que este último no tiene valor intrínseco, ya que se trata simplemente de papel. Como hemos visto, su valor se deriva de la confianza.

Si observamos detalladamente el sistema financiero tradicional, veremos que cuenta con numerosas opciones de inversión que cuentan con valor intrínseco, desde acciones hasta materias primas. La excepción es el mercado de divisas, puesto que el único beneficio que pueden obtener los traders proviene del cambio de divisas, no del valor de la divisa en sí.

El valor de Bitcoin está representado en los mercados, sin embargo, esto es solo una parte de su valor medido en un sistema monetario. El valor de Bitcoin como criptomoneda va más allá. En cuanto a descentralización, eliminar el control de las autoridades y las barreras entre países es un plus en cuanto a su valor intrínseco. Por otro lado, la utilidad de la criptomoneda para realizar grandes transferencias de capital en poco tiempo y por un bajo costo también aumenta su valor, y por último, respecto a su distribución, gana valor en seguridad y privacidad.

¿Por qué los tokens tienen valor en el mundo real?

Otro ejemplo del valor de un elemento digital en el mundo real son los tokens. Nos centraremos en los tokens NFT. Estos elementos llegan a venderse por millones de dólares en el mercado y no se trata simplemente de un juego digital. Hablamos de capital real. No existe un libro que detalle cómo se determina el valor real de un token NFT. Generalmente, su valor viene marcado por el precio pagado por el último comprador.

Como seguramente sepas, los NFT se tratan de obras de arte que están asociadas, en su mayoría, a otros activos tangibles de reputación y a veces su valor se define por estos. Sin embargo, en la mayoría de los casos, para los inversores y traders no es nada sencillo determinar el valor de estas obras de arte digitales. Para ello se ayudan de diversos factores como la rareza, la utilidad, la tangibilidad, o incluso el historial de personas que han sido propietarios del NFT. El caso es que su valor aumenta o disminuye desde el punto de vista del futuro comprador. Se tratan de activos digitales por los que los usuarios pagan dinero real, y no hablamos de un dólar como solía pasar con la llegada de internet, hablamos de millones de dólares.

Tras estos ejemplos de elementos digitales y su valor en el mundo real, podemos responder a la pregunta principal; Los elementos digitales sí pueden tener valor en el mundo real debido a que cuentan con un valor intrínseco. De hecho, tienen incluso un valor más real que muchos elementos físicos, como un billete de papel.