Nuestro mundo digital está cada vez más interconectado. Esto hace que la capacidad de diferentes sistemas para comunicarse y trabajar juntos se convierta en una necesidad. La interoperabilidad es la habilidad de distintos sistemas para intercambiar información entre sí y utilizarla de forma eficiente. Esta característica es uno de los mayores desafíos y oportunidades en la blockchain.

En el sistema financiero tradicional podemos transferir dinero entre diferentes bancos. Sin embargo, en el ecosistema blockchain, las diferentes cadenas operaban aisladas. No podían comunicarse entre sí. Esta limitación ha sido uno de los principales obstáculos para la adopción del ecosistema.

La interoperabilidad es cada día más necesaria y existen miles de ejemplos que lo demuestran. Uno de ellos es, por ejemplo, cuando un usuario quiere transferir tokens desde Ethereum a otra cadena, o cuando un desarrollador busca que su dApp funcione en múltiples blockchains. Las empresas también necesitan la interoperabilidad para integrar diferentes soluciones blockchain en sus operaciones. Estas situaciones demuestran por qué la interoperabilidad se ha convertido en una pieza clave en el ecosistema blockchain. En este artículo veremos cómo funciona y qué tipos de interoperabilidad podemos encontrar.

¿Qué es la interoperabilidad?

Centrándonos en el ecosistema blockchain, la interoperabilidad es la capacidad de diferentes redes blockchains para compartir e intercambiar información y activos. Este concepto no es una simple conexión técnica. La interoperabilidad implica la creación de un ecosistema donde diferentes cadenas pueden colaborar y complementarse mutuamente. Todo ello manteniendo sus características y ventajas por separado.

Existen grandes diferencias entre blockchains aisladas y aquellas que interactúan juntas. Las blockchains aisladas pueden ser muy eficientes en un campo específico, pero limitan las posibilidades de innovación y escalabilidad. Por el contrario, las blockchains interoperables ofrecen muchas más posibilidades. Permiten la creación de aplicaciones más complejas y servicios que aprovechan las fortalezas de diferentes redes.

No obstante, conseguir la interoperabilidad entre blockchains no es una tarea fácil. Uno de los puntos más complicados es mantener la seguridad en las comunicaciones entre cadenas, además de asegurar la consistencia de los datos transferidos, y establecer estándares comunes que permitan una comunicación efectiva. Todo ello sin arriesgar la descentralización que caracteriza a esta tecnología.

Tipos de interoperabilidad

Podemos distinguir tres tipos fundamentales de interoperabilidad en blockchain. Cada tipo cuenta con un objetivo diferente. El primero de ellos es la Interoperabilidad de Mensajes, que es el pilar fundamental de la comunicación cross-chain. Este tipo permite el intercambio de datos e información. De esta forma facilita la transmisión de mensajes, estados y confirmaciones entre redes. Por ejemplo, una blockchain podría informar a otra sobre la finalización de una transacción. También podría compartir datos específicos necesarios para la ejecución de procesos posteriores.

Otro tipo sería la interoperabilidad de Activos. Esta permite la transferencia de tokens y criptomonedas entre diferentes cadenas. La interoperabilidad de activos ha revolucionado el mundo DeFi, ya que hace posible que los usuarios muevan sus activos digitales de una red a otra. Todo ello sin necesidad de intermediarios tradicionales. Un ejemplo de ello sería transferir tokens de Ethereum a la red de Solana o viceversa.

Por último, encontramos la Interoperabilidad de Contratos Inteligentes. Esta permite que los contratos inteligentes de diferentes blockchains interactúen entre sí. Esto hace posible el desarrollo de aplicaciones descentralizadas más complejas. Son dApps más avanzadas, puesto que pueden aprovechar las ventajas de múltiples cadenas simultáneamente. Un contrato en Ethereum podría aprobar acciones en contratos desplegados en otras redes. Este sistema ampliaría notablemente las posibilidades de desarrollo.

¿Cómo se logra esa interoperabilidad?

Tras ver los tipos de interoperabilidad seguramente te haya surgido la pregunta de cómo se puede conseguir algo tan avanzado. Se han desarrollado numerosos métodos y soluciones técnicas. Una de las soluciones más populares son los puentes (Bridges). Estos funcionan como intermediarios que facilitan la comunicación y transferencia de activos. Los puentes pueden ser centralizados o descentralizados. Básicamente, actúan como custodios que bloquean activos en una cadena para emitir sus equivalentes en otra.

Las Sidechains son otro de los enfoques que se le ha dado a la interoperabilidad entre blockchains. Operan como cadenas paralelas que se conectan a una blockchain principal. Estas cadenas laterales tienen la capacidad de procesar transacciones de manera independiente. Sin embargo, mantienen una conexión bidireccional con la cadena principal a la vez. De esta forma permiten la transferencia segura de activos y datos. Este método se utiliza frecuentemente para escalar aplicaciones sin sobrecargar la red principal.

Muchos protocolos Cross-Chain, como Polkadot y Cosmos, han creado infraestructuras completas que facilitan la comunicación entre diferentes blockchains. Estos protocolos ofrecen marcos de trabajo estandarizados y herramientas que permiten que las cadenas se conecten de forma segura.

Por último, los Oráculos también tienen un papel fundamental. Estos hacen de puentes entre las blockchains y el mundo exterior. Los oráculos facilitan la interoperabilidad entre cadenas, pero además permiten la integración de datos del mundo real en las redes blockchain. Esto expande significativamente las posibilidades de aplicación de los contratos inteligentes.

Casos de uso de Interoperabilidad en blockchain

La interoperabilidad en blockchains no es algo nuevo y a día de hoy existen cientos de proyectos innovadores que facilitan casos de uso prácticos en el mundo real. Polkadot es uno de estos proyectos. Su más destacada implementación de interoperabilidad fueron sus parachains. Su enfoque único permite que múltiples cadenas especializadas operen en paralelo mientras comparten la seguridad de la red principal (llamada relay-chain). Esta estructura permite el desarrollo de ecosistemas completos. Algunos ejemplos de estos ecosistemas son Acala para DeFi y Moonbeam para aplicaciones compatibles con Ethereum.

Cosmos es otro de los proyectos más destacados en este sector. Ha creado el «Internet de las Blockchains» gracias a su protocolo IBC (Inter-Blockchain Communication). Este protocolo permite que proyectos como Osmosis faciliten el intercambio descentralizado de activos entre diferentes cadenas de Cosmos.

Chainlink también se merece un lugar en esta lista. Se ha convertido en un facilitador crucial de interoperabilidad gracias a sus oráculos. Su red descentralizada ofrece datos del mundo real a las blockchains, además de permitir la comunicación cross-chain. Su sistema permite el desarrollo de aplicaciones DeFi más sofisticadas. Un ejemplo de estas aplicaciones son los protocolos de préstamos que pueden utilizar datos de precios en tiempo real y ejecutar liquidaciones automáticas en múltiples blockchains.

Estos no son los únicos proyectos a destacar en el uso de la interoperabilidad entre blockchains. Otros proyectos como Wanchain o Quant buscan ofrecer cada día una mayor interoperabilidad. Por ejemplo, Wanchain ha facilitado la creación de pools de liquidez cross-chain. Estos pools permiten a los usuarios realizar intercambios directos entre diferentes blockchains. 

Cabe destacar que la interoperabilidad va más allá de las finanzas descentralizadas. En el ecosistema de los NFTs muchos proyectos están utilizando puentes cross-chain. Estos puentes permiten comercializar y emplear los NFTs en varias blockchains. Esto es importante sobre todo en la expansión del metaverso y su adopción. En el metaverso los activos necesitan intercambiarse y navegar entre diferentes plataformas y mundos virtuales. Por ejemplo, algunos juegos blockchain permiten que los usuarios utilicen sus NFTs en diferentes ecosistemas, creando una experiencia más integrada y valiosa.

Conclusión

La interoperabilidad en blockchain va más allá de una simple innovación tecnológica. Probablemente, sea uno de los aspectos que más contribuya a la adopción masiva de esta tecnología. Cada día aumenta la capacidad de diferentes redes para comunicarse y colaborar entre sí. 

La evolución de esta interoperabilidad transforma la manera en que interactuamos con la blockchain y los activos digitales. Esta transformación beneficia a los usuarios actuales del ecosistema cripto y hace que nuevos usuarios quieran unirse.