¿Qué es y porque se hace la quema de tokens? 

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¿Qué es y porque se hace la quema de tokens? 

Seguramente hayas escuchado alguna vez la frase “quema de tokens tokens” y habrás pensado que están quemando dinero. Realmente los desarrolladores no están locos y tienen un propósito cuando destruyen todo ese dinero digital. Como bien sabes, los tokens representan cierto valor en el ecosistema cripto. Son como las fichas de un casino, pero en versión cripto). En ciertos casos, es necesario quemarlos por algunas razones, aunque no lo parezca a simple vista. 

Un ejemplo adaptado al mundo real sería tener una colección de cromos donde hay demasiadas copias repetidas. Si eliminas algunas, las que quedan se vuelven más especiales. La quema de tokens es algo parecido. Con los años, esta práctica que se ha vuelto cada vez más común en el ecosistema cripto. Muchos proyectos como Ethereum (ETH) o Ripple (XRP) han quemado tokens como parte de su estrategia económica.

Algunas de las preguntas sobre este tema suelen ser: ¿por qué alguien querría destruir voluntariamente sus propios activos digitales? O ¿Qué beneficios puede traer esta práctica? En este artículo veremos todo sobre la quema de tokens y por qué esta puede ser una herramienta clave en la economía digital.

¿En qué consiste la quema de tokens?

Cuando hablamos de quemar tokens, no nos referimos a incendiarlos literalmente (no podemos, son digitales). La quema de tokens es algo más parecido a enviar dinero digital a una caja fuerte de la que nadie tiene la llave, ni siquiera sus creadores. Esto se logra enviando los tokens a una dirección especial llamada «dirección de quema» o «dead address». Esta es la representación de un agujero negro en el mundo cripto. Las criptomonedas que entran ahí, nunca saldrán.

Imaginemos que tenemos 100 fichas repartidas entre 10 personas. Si destruimos 50 fichas, ahora solo quedan 50 para esas mismas 10 personas. Básicamente, hemos hecho que cada ficha represente una porción más grande del total. En el mundo cripto, esto se hace enviando tokens a direcciones como «0x000000000000000000000000000000000000dead».

Un factor importante en este sistema es la oferta total de tokens que es el número total de tokens que existen. Si reduces el número total de tokens, pero mantienes la misma capitalización, cada token se vuelve más valioso. Esta es la lógica básica detrás de la quema de tokens.

La quema de tokens no es un capricho de los desarrolladores. De hecho, se trata de una estrategia económica bien pensada. Es como si un banco central retirase billetes viejos de circulación, pero con objetivos específicos.

El control de la inflación es la principal razón que da lugar a la quema de tokens. Bitcoin tiene un límite de 21 millones de monedas para mantener su valor, otros proyectos usan la quema de tokens para ello. 

Algunos proyectos van más allá y establecen mecanismos deflacionarios programados. Se trata de una economía donde el dinero, en lugar de perder valor con el tiempo, está programado para ganar valor con reducciones periódicas de la oferta. Este modelo beneficia a los inversores a largo plazo y además incentiva el holding. De este modo se crea una comunidad más estable y comprometida.

Tipos de quema de tokens

Con los años han ido apareciendo nuevos tipos de quema de tokens. Una de ellas es la quema manual. Es como cuando una empresa hace recompra de acciones: el equipo del proyecto decide específicamente cuándo y cuántos tokens quemar. Ripple, por ejemplo, hace quemas periódicas basadas en el volumen de transacciones de su red. Esta es una forma transparente de compartir el éxito con los holders de XRP.

Por otro lado, tenemos la quema automática. En este caso ocurre cuando está todo programado, cuando se cumplen ciertas condiciones. Algunos tokens están programados para quemar un pequeño porcentaje de cada transacción. Imagina que cada vez que alguien usa el token, una pequeña fracción desaparece. Esto crea un modelo deflacionario constante.

Aunque las dos anteriores son las más comunes, existe una forma más innovadora. Esta es la quema basada en actividad. En este caso, la quema está vinculada al uso real del ecosistema. Algunos proyectos queman tokens basándose en el uso de sus dApps, otros lo hacen según la cantidad de tokens en staking. Es como un sistema de recompensas invertido; cuanto más se usa la red, más escaso se vuelve el token. Esto beneficia a todos los participantes del ecosistema.

Proyectos que lo hacen y su impacto en el mercado

El caso más conocido de implementación de quema de tokens fue Ethereum con su actualización EIP-1559. Este cambio revolucionario introdujo un mecanismo por el cual parte de las tarifas de transacción (gas) se quemaban automáticamente. Esto convertía a ETH en un activo potencialmente deflacionario. Imagina que cada vez que alguien usa la red Ethereum, una pequeña cantidad de ETH desaparece, como si cada transacción dejara una huella permanente en la oferta total. Cabe destacar que desde la última actualización de Ethereum en marzo de 2024, esta quema de tokens cayó en picado. Pero eso es otro tema.

Ripple (XRP) también ha implementado mecanismos de quema, aunque un poco diferente. En su caso, una minúscula cantidad de XRP se quema en cada transacción como medida contra el spam, asegurando que la red se mantenga eficiente y segura. En el espacio DeFi, muchos protocolos han implementado quemas dinámicas que responden a las condiciones del mercado y el uso de la plataforma.

El impacto en el precio de estos tokens suele ser significativo, aunque no siempre es notorio o predecible. Es como una ley básica de la economía: si reduces la oferta mientras la demanda se mantiene constante o aumenta, el precio tiende a subir. Sin embargo, el mercado cripto es más complejo que eso. Los anuncios de quemas programadas en algunos casos crean expectativas que influyen en el comportamiento de los inversores mucho antes de la quema real. Ha habido casos donde el precio sube antes de una quema programada y, curiosamente, baja después de que pasa. Esto demuestra que el mercado cripto no siempre sigue la lógica tradicional.

Críticas a las que se enfrenta esta práctica

La quema de tokens ha causado bastante controversia en la comunidad. Los críticos argumentan que puede ser una forma sofisticada de manipulación del mercado. Algo similar a las recompras de acciones en el mercado tradicional, pero con menos regulación y transparencia. Es como si una empresa pudiera imprimir y quemar su propio dinero siempre que quiera, lo cual genera preocupaciones sobre la manipulación de precios.

La sostenibilidad a largo plazo de estas estrategias también es otro tema de debate. Algunos proyectos han quemado tokens agresivamente al principio, y luego se han dado cuenta de que no pueden mantener ese ritmo indefinidamente. Puede dar resultados espectaculares a corto plazo, pero no siempre puede mantenerse.

La transparencia es otra característica que ha sido muy debatida. La comunidad cripto pide cada vez más claridad sobre los mecanismos de quema. Exigen saber cuándo ocurren, cuántos tokens se queman, y por qué. Los proyectos que mejor lo han hecho son aquellos que han establecido procesos claros y verificables para sus quemas, permitiendo que cualquiera pueda auditar y verificar estas operaciones en la blockchain. Sin esta transparencia, incluso las mejores intenciones pueden ponerse en duda.

Conclusiones

La quema de tokens es una estrategia económica fundamental en el ecosistema cripto. Esta práctica es muy similar a la recompra y destrucción de acciones en mercados tradicionales. Sirve como mecanismo antiinflacionario y potencialmente aumenta el valor de los tokens restantes. 

Como hemos visto, existen diferentes tipos de quema: manual (decidida por el equipo), automática (programada) y basada en actividad (vinculada al uso del ecosistema). Proyectos prominentes como Ethereum o Ripple han implementado diversos mecanismos de quema con impactos significativos en el mercado. 

Sin embargo, esta práctica también enfrenta críticas, principalmente relacionadas con la posible manipulación del mercado y la sostenibilidad a largo plazo. La transparencia en los procesos de quema emerge como un factor crucial para mantener la confianza de la comunidad cripto. Cada día más proyectos implementan este sistema, demostrando que si se hace bien, es una buena forma de preservar el valor de los tokens a largo plazo.